¿Alguna vez has visto cómo muchos pájaros estén sentados encima de las líneas eléctricas? ¿O como una bandada de pájaros se junta en un campo? Son pájaros migratorios, quedan para escaparse del invierno.
Las golondrinas, las cigüeñas y los pájaros cantores (así se llaman por su gran habilidad de cantar) quedan cada año para volar hacia el sur donde habrá mejor temperatura. ¿Quién les dice cada año de que es tiempo para hacer las maletas y viajar?
Dios, el creador, los ha programado de esta manera.
Los pájaros hacen caso a este instinto que Dios les ha puesto en su interior y esto les salva la vida.
Algunos pájaros se desplazan más de 10.000 km y en primavera cuando vuelven, incluso ocupan el mismo nido. ¿Esto parece un milagro, verdad?
¿Alguna vez has escuchado del chorlito dorado? Es un tipo de pájaro y vive en Alaska. Ahí el suelo siempre está congelado. Cuando la hembra haya puesto sus huevos, pasan 26 días hasta que los pequeños chorlitos dorados salgan del huevo.
Su comida favorita son arándanos y orugas. Cuando sea adulto, el chorlito es del tamaño de una paloma. Lo bonito es que sus plumas son de color dorado y verde.
Andando el chorlito es más bien torpe pero volando es un campeón. Volar es mucho más importante para él, porque pasa todas sus vacaciones de invierno en las islas de Hawáii. Esto significa que el chorlito vuela 88 horas sin parar.
Antes de despegar para su gran viaje, el chorlito se engorda mucho, hasta el doble de su peso normal. Durante el vuelo agita sus alas 250.000 veces.
¡Imagínate si tuvieras que hacer 250.000 abdominales!
Los chorlitos vuelan 51 km por hora.
Su peso es de 200 gramos y adelgazan por cada hora de vuelo un 0,6% de su peso.
Si hacemos cálculos con estos datos, entonces saldría que el chorlito caería al mar por agotamiento a los 800 km de su destino.
Pero esto no pasa porque en el vuelo los chorlitos forman una V. Esto quiere decir que hacen turnos de estar volando en primera línea, así los que vuelan atrás ahorran energía.
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El chorlito sigue las instrucciones que Dios le puso en su interior. Sin brújula y sin GPS el chorlito lleva a cabo el recorrido, sea de día o de noche.
Aunque los chorlitos jóvenes nunca hayan estado en Hawái, aún así encuentran a la pequeña isla de Hawái en medio del océano gigante. Esto no puede ser casualidad.
Ellos obedecen las instrucciones que Dios les puso en el interior y cuando cantan parece como si estuvieran dando las gracias a Dios por todo su cuidado.
¿No deberíamos imitarlos?
Dios nos da buenas instrucciones para la vida en la Biblia. Cualquiera que sigue estas instrucciones llegará al destino.