Para entenderlo mejor, puedes hacer un pequeño experimento:
Coge un vaso de agua y sumerge en él el dedo índice. A continuación, presiona el dedo sobre una hoja de papel absorbente. Espera 30 segundos, luego vuelve a sumergir el dedo en el agua y presiona el dedo sobre el papel a un centímetro de la primera impresión.
Puedes hacerlo diez o veinte veces. Luego espera un momento.
¿Qué huella se secará primero? Pues la que hiciste al principio.