Pero puede ocurrir que tengas tanto que hacer por el colegio, que tengas que entrenar o quedes con amigos y se te olvide o no tengas tiempo para leer la Biblia. Entonces, simplemente empieza a leer la Biblia de nuevo cada día.
A menudo ayuda mucho si piensas en un momento determinado del día, como por la mañana al levantarte o por la noche antes de acostarte, e intentes leer la Biblia siempre en ese momento.
Dios quiere que le conozcas cada vez más, que crezcas en la fe y que tengas una relación muy estrecha con Él. Por eso, leer la Biblia todos los días te ayuda.
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