Tal vez dices: “Yo sí creo en Dios, conozco muchas historias de la Biblia y voy a clases bíblicas para niños”. Si eso es todo y Jesús no ocupa un lugar importante en tu vida, entonces sigues siendo un espectador en lo que se refiere a la fe. De alguna manera estás un poco involucrado, pero todavía no estás realmente implicado.
Quizás es similar al fútbol. Te encanta jugar, eres seguidor de un club en particular, pero no eres parte de un equipo.
¿Cómo logras formar parte de un equipo y participar al máximo en él?
Para entrar en un equipo de fútbol hay que dar un buen rendimiento, ser responsable y estar comprometido; formar parte de un equipo te cambia la vida. Algunas cosas que antes eran importantes para ti pasan a ser secundarias. Quizás tengas que dejar de lado a viejos amigos. Tienes que entrenar duro y no debes perderte ninguna sesión de entreno. Pero la oportunidad de formar parte de un club de ensueño lo vale todo. Por fin eres parte del equipo.