El verdadero poder viene de Dios. Cuando te convertiste en cristiano, el Espíritu Santo de Dios comenzó a vivir en ti. Sólo Dios puede darte verdadero poder. Tener el poder de Dios no significa tener un cuerpo superfuerte. El poder de Dios es una fuerza interior que te permite vivir tu vida de una manera que lo agrade.
Dios te da el poder de su Espíritu Santo para ayudarte a triunfar sobre el pecado y sobre Satanás. Tú puedes hacerte fuerte en el poder de Dios leyendo la Palabra de Dios y orando diariamente. Pídele a su Espíritu Santo que te dé la fuerza que necesitas para hacer la voluntad de Dios.
Obedece a Dios en todo y haz lo que es correcto. Dale gracias a Dios por la victoria que te da a través de su poder.