No sólo los futbolistas tienen que superar dificultades, todos tenemos que afrontar problemas en la vida.
Qué fácil es enfadarse con Dios en los momentos difíciles y pensar: "Si Dios me amara de verdad, no habría permitido esta dificultad". Pero eso no es verdad. Dios siempre te ama y se preocupa por ti. Él siempre permite que su plan se realice en tu vida.
Dios utiliza los momentos difíciles para ayudarte a confiar más en Él. De este modo, los demás verán que Jesús está obrando en ti y tu vida honrará a Dios.
En los momentos difíciles, acuérdate: Dios es soberano, ¡Él tiene el control! Él sabe todo lo que te pasa y sólo permite lo que es mejor para ti. Dile a Dios cómo te sientes. Pídele que te ayude a confiar en Él. Pídele que te dé paz interior. Y luego, ¡espera pacientemente a que Dios cambie las cosas para bien!