„Estaba también allí Ana, profetisa, … y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.
Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén”.
Lucas 2:35-38
En aquella época también vivía en Jerusalén una profetisa llamada Ana. Ella también se acercó a José y María en el templo. Llena de gratitud, alabó a Dios.
Busca la palabra "gozo" en la imagen. Haz clic en "Siguiente" y dinos dónde la ves.