“Alegraos en Jehová y gozaos, justos; Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón”.
Salmos 32:11
Cuando Dios creó el mundo, era perfecto. Adán y Eva tenían una maravillosa amistad con Dios y estaban llenos de gozo. Dios nos creó para esto: para la comunión con Él que nos llena de gozo.
Pero Adán y Eva desobedecieron a Dios. Esto tuvo consecuencias muy graves: su comunión con Dios fue destruida y tuvieron que abandonar el paraíso.
Pero Dios es amor, y por eso ya entonces prometió un Salvador. A través de Él, la comunión con Dios y el gozo que esta trae pueden ser restaurados.
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