“Y en la visión que me hizo ver el Espíritu, el ángel me llevó a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de la presencia de Dios”.
Apocalipsis 21:10
“La muralla estaba hecha de diamante, y la ciudad era de oro puro, como vidrio pulido”.
Apocalipsis 21:18
El cielo es un lugar hermoso. La Biblia nos dice que los muros que lo rodean están hechos de resplandecientes piedras preciosas. Cada puerta está hecha de una perla enorme. Imagínate una perla tan grande que sirva de puerta para una ciudad.
En el cielo hay una calle ancha. Toda la ciudad y la calle están hechas de oro puro que brilla como un cristal.
Da gozo imaginarse cómo será el cielo. Pero será mucho más hermoso de lo que podemos imaginar. ¡Espera con alegría el cielo!