“Así también, ustedes se afligen ahora; pero yo volveré a verlos, y entonces su corazón se llenará de alegría, una alegría que nadie les podrá quitar”.
Juan 16:22
¿Recuerdas algún momento en que realmente te sentiste feliz? ¿Quizás fue en Navidad?
Si dejas que Jesús te salve, un día tendrás una felicidad mil veces mayor que ésta. Entonces se habrá acabado todo mal. No habrá más tristeza, ni enfermedad, ni dolor, ni muerte.
Ya no habrá nada que temer, nada que te preocupe, te haga daño o te ponga triste. Entonces ya no tendrás que esforzarte por hacer lo correcto. En lugar de eso, ¡amarás a Dios y vivirás feliz con Él para siempre!