Si no es así, puedes intentar descubrirlos. La mejor manera de hacerlo es empezar a servir a Dios.
Las tareas que Dios tiene para ti suelen ser cosas que te gusta hacer y que haces bien.
Vamos a pensar en algunas tareas en la iglesia y en cómo podrías realizarlas.
Tal vez te guste ayudar a colocar las sillas para una reunión o recoger después.
Tal vez te guste llevar algo de tu dinero al culto como ofrenda, especialmente cuando hay una colecta para una causa concreta.
O te gusta hacer paquetes de regalos para niños pobres.
O tal vez te gustaría visitar a un amigo enfermo. Simplemente quieres sentarte con él para hacerle compañía.
O te gusta estar a cargo de ciertos eventos. Por ejemplo, te gusta planificar una reunión de tu grupo y organizar quién tiene cada tarea.
Sea cual sea la tarea que tengas que realizar, según tus dones y tus gustos: Hazlo todo con amor. Así sentirás mucha alegría.